Era un día miércoles cuando el reloj marcaba las 03:00 AM Guatemala era sacudida por un fuerte sismo de 7.5 grados en la ESCALA RIGHTER que duró 49 segundos. La cauda fue de 23 mil fallecidos, 77 mil heridos graves, 258 mil casas destruidas, 1.2 millones de personas quedaron sin hogar. El EPICENTRO SE LOCALIZÓ A MÁS DE 160 KILÓMETROS, al NOROESTE DE LA CIUDAD CAPITAL. Exactamente en el municipio LOS AMATES, DEL DEPARTAMENTO DE IZABAL. Afectó a 17 de los 22 departamentos. El municipio de San Martín Jilotepeque, Chimaltenango fue destruido, quedando totalmente en ruinas. El país era gobernado por el General Shell Eugenio Laugerud García, con una población estimada de 6.2 millones.
El Mandatario al mirar la magnitud de la catástrofe dijo a nivel de cadena de medios de comunicación: “guatemaltecos, estamos heridos, pero no de muerte” de inmediato, la ayuda internacional no se hizo esperar para reconstruir el país. Un dato preciso, en solo 6 días, la comunidad internacional donó 15 millones de dólares. La fuerza militar de Inglaterra y Estados Unidos ayudaron en las labores de rescate y salvaguarda de las fronteras ante la emergencia. A 46 años de la tragedia, miles de guatemaltecos guardamos en nuestras mente imágenes de terror ante tan fuerte y duradero sismo. Aunque estamos conscientes que vivimos en una zona sísmica, eso nos hace entender que en Guatemala hay pequeños sismos que no son sensibles y otros que sí lo son, y pasan durante algunas épocas del año. En Santa Rosa pasaron miles de sismos pequeños y otros de liga mayor, quierase o no, ponen en que pensar a la población en general. Pero es positivo que hayan pequeños movimientos para que la energía se libere, afirman los peritos, para que luego no haya un movimiento brusco que pudiera causar otra tragedia.
Los guatemaltecos hemos atravesado por diferentes acontecimientos que han marcado al país. Ejemplos: terremoto de 1976, tormentas Aghata, Mitch, explosión de lava del volcán de Fuego, incendio de la terminal de buses zona 4, entre otros. Momentos donde se ha puesto a prueba la solidaridad, la fraternidad y la empatía entre hermanos chapines. A 46 años del terremoto de 1976 en algunos sectores del país las construcciones son reforzadas, pero en las zonas periféricas del país nuestros hermanos siguen construyendo en las laderas y arriesgando sus vidas. Para ellos todo sigue igual, ante la falta de una política real de apoyo a los ciudadanos que realmente necesitan una vivirenda. Porque como la ayuda va a los mismos aprovechados de siempre son los beneficiados. El estudio socioeconómico es mero pretexto.
Mientras los políticos de todos los desgobiernos compran grandes extensiones de tierra en vías exclusivas como carretera a El Salvador con el fruto del robo desde las arcas nacionales, patrocinadas por el fruto de nuestros impuestos. Porque para descarados vayan con nuestros políticos que solo llenan sus bolsillos, viven y piensan como si fueran a ser eternos. No les importa el hambre y el sufrimiento de las masas, que todos los días debe sortear la delincuencia para que no le haga daño, rogar a Dios que al azar no los pare la policía y les exija mordida aunque todo ande bien, que el piloto del bus no vaya perder el control porque si no hasta aquí llegué, falta de empleos, la inflación y las extorsiones a la orden del día y nuestro FLAMANTE PRESIDENTE BIEN GRACIAS. porque el tiene Q 30 mil diarios para su comida y casi Q 200 mil de salario. Algo más que se le ofrezca al señor.
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