En la ruta asfáltica que serpentea el municipio de Pueblo Nuevo Viñas, Santa Rosa, el kilómetro 54.5 guardó silencio la mañana de este martes 26 de agosto. Fue allí, frente al ingreso de Finca El Paraíso —un lugar de nombre irónicamente sereno— donde el rugido breve de una motocicleta fue silenciado al colisionar con un camión de color blanco.

El motorista Yordi Eliseo Santos Beteta, de apenas 20 años, viajaba desde el caserío La Orqueta, en Pueblo Nuevo Viñas. No hay testigos que hablen de velocidad ni de distracción, no se sabe como ocurrio el percance. Solo el golpe seco, frontal, brutal. Después, el cuerpo tendido, el casco desviado, y la urgencia de una vida colgando del hilo del tiempo.

No hubo ambulancia. No hubo sirena. Solo manos temblorosas que lo subieron a un carro particular con la esperanza todavía viva. El trayecto al hospital de Cuilapa fue una carrera contra lo inevitable.

Pero el reloj no perdona. Yordi murió al llegar a la sala de emergencias.