La colonia Valladares II, en Cuilapa, Santa Rosa, volvió a ser escenario de muerte. Esta vez, la víctima fue Ricardo Edwin Ávila Pinzón, de 37 años, conocido como “Chito”, piloto de mototaxi.
Sicarios llegaron hasta una vivienda ubicada frente a la Escuela Víctor Monterroso. Sin decir palabra, abrieron fuego. Fueron al menos ocho disparos, según los vecinos. No hubo tiempo de nada.
Los bomberos voluntarios de la 24ª compañía llegaron al lugar. Intentaron reanimarlo. Nada. Chito ya no tenía signos vitales. Su cuerpo presentaba múltiples impactos de bala. Solo quedaba el eco de las detonaciones y el silencio tenso de los curiosos que se asomaban desde las esquinas.
Las autoridades, como en otros casos, hablan de un ataque directo. Una frase que se repite tanto que ya suena gastada.
En esa misma colonia, el pasado 2 de julio, una mujer fue atacada por un hombre. Murió en el hospital. La violencia, que aquí ya no sorprende, vuelve a marcar la rutina con sangre.


