Una tragedia golpeó a la comunidad de Mataquescuintla, Jalapa, dejando una familia destrozada y sumida en el dolor. El 28 de marzo, alrededor de las 17:00 hrs, en uno de los caminos que rodean el Aserradero Úrias, específicamente en una cuesta pronunciada cerca de Aldea Joyas del Cedro, ocurrió un fatal accidente que cobró la vida de una joven.
Un vehículo tipo pickup, de color negro, aparentemente perdió fuerza en medio de la carretera y terminó volcándose en la palangana del mismo. Dentro del vehículo se encontraba Nidia Guadalupe Sánchez Martínez, una niña de 14 años de edad, quien lamentablemente perdió la vida en el lugar a causa de politraumatismos.
Nidia, originaria de Aldea Joyas del Cedro, Mataquescuintla, el 28 de junio iba cumplir sus quince años, una fecha muy esperada y significativa para cualquier joven. Su familia había preparado con esmero todos los detalles para su fiesta de quinceañera, un momento que quedará marcado por la tristeza y el vacío dejado por su prematura partida.
Al día siguiente del trágico accidente, familiares y amigos se reunieron para despedir a Nidia en su hogar. La escena era desgarradora: música lúgubre sonaba mientras el ataúd, adornado con el vestido que la niña había elegido para su fiesta de quince años, era llevado fuera de la residencia. El bals de las mariposas, que representaba la ilusión y la esperanza de un futuro lleno de sueños, se convirtió en un símbolo de dolor y pérdida para quienes la conocieron y amaron.
