El director general de la Policía Nacional Civil (PNC), David Boteo, confirmó que el sector 11 del Preventivo para Hombres en la zona 18 es uno de los más conflictivos y peligrosos del país.
En este espacio se concentran alrededor de 600 reclusos, en su mayoría integrantes activos de la pandilla del Barrio 18, con edades que oscilan entre los 18 y 25 años.
Este 3 de junio, a partir de las 6:00 horas, se ejecutó un amplio operativo de requisa en este sector. Desde el inicio, los privados de libertad respondieron con violencia, lanzando piedras y diversos objetos con la intención de frenar el ingreso de las fuerzas de seguridad.
Las autoridades, ante esta resistencia, se vieron obligadas a utilizar métodos disuasivos para restablecer el control y continuar con el procedimiento.
De acuerdo con reportes policiales, a este reclusorio habían ingresado armas de fuego que presuntamente fueron utilizadas por los pandilleros para cometer delitos fuera del penal.
Tras perpetrar los ataques, las armas eran devueltas al centro penitenciario, lo que sugiere un nivel de operación criminal desde el interior.
Comodidades en el centro penitenciario
Por otro lado, uno de los hallazgos durante el operativo fue el nivel de comodidad con el que vivían algunos de los reclusos.
El operativo reveló un estilo de vida que contrasta con lo que se espera en un centro de detención por lo que las autoridades indicaron tomarán las acciones correspondientes.
Durante el operativo se encontraron prendas de vestir, una amplia colección de zapatos y accesorios de marca, televisores de pantalla plana, computadoras, refrigeradoras con dispensadores de agua y cubos de hielo, videojuegos, ventiladores, camas en buen estado; e incluso mascotas.
Estos artículos evidenciaron un nivel de privilegios y comodidad con los que vivían algunos de los reos dentro del penal.
Al respecto las autoridades se pronunciaron ordenando el retiro de todos los artículos de lujo y privilegios asegurando que son prohibidos.
Más de mil agentes participaron en la operación, que dejó al descubierto no solo la presencia de armas, sino también un estilo de vida cómodo para los reos bajo el régimen penitenciario.
Según las autoridades, todo el armamento localizado será trasladado al Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF) para su análisis, mientras continúan las investigaciones sobre cómo estos objetos ingresaron al penal y quiénes permitieron su permanencia.












