María Fernanda Bonilla Archila acudió el pasado miércoles 2de abril, a la Sala Mixta de la Corte de Apelaciones de Chiquimula para una audiencia clave en la recusación contra el juez Juan José Regalado. Su llegada no pasó desapercibida: vestida completamente de negro, lució una cadena y una pulsera de oro, además de portar lentes de sol dentro de la sala, lo que llamó la atención de los presentes.

En la audiencia anterior, el 12 de marzo, Bonilla Archila ya había sido criticada por su vestimenta ostentosa, y esta vez no fue la excepción, manteniendo su estilo llamativo pese a la formalidad del acto judicial.

El fallo de la Sala

Durante la audiencia, el Ministerio Público y el Instituto de la Víctima expusieron los motivos por los cuales consideran que el juez Regalado debía ser apartado del caso de Melissa Palacios. Argumentaron que existía una enemistad con una de las partes y que el juez había externado opinión sobre el proceso.

Sin embargo, la magistrada a cargo concluyó que estos motivos no eran suficientes para separarlo del caso, por lo que el juez Regalado continuará conociendo la etapa intermedia.

¿Qué pasará con el caso?

Con esta resolución, se espera que en los próximos días se programe la audiencia de etapa intermedia, en la que se discutirá la acusación por el delito de homicidio en estado de emoción violenta. No obstante, el Ministerio Público buscará que se recalcifique el delito a asesinato, argumentando que existen pruebas de premeditación.

Melissa Palacios fue reportada desaparecida el 4 de julio de 2021 y su cuerpo fue hallado al día siguiente en un terreno de la aldea La Palma, en Río Hondo, Zacapa. Las investigaciones señalaron a María Fernanda Bonilla Archila y a su guardaespaldas, José Luis Marroquín Ovalle, como los principales sospechosos.

Entre las pruebas presentadas por la fiscalía se encuentran mensajes de WhatsApp en los que presuntamente Bonilla y Marroquín habrían coordinado el crimen. Según los registros, Bonilla habría escrito: “Pero yo sí la voy a matar a puros pijazos”, a lo que Marroquín respondió: “traela para aka i la echamos (sic)”.

A pesar de estos indicios, en 2021 el juez José Maximino Morales González redujo la calificación del delito, argumentando que los mensajes eran capturas de pantalla incompletas y podían sacarse de contexto.

Ahora, con el juez Regalado al frente del caso, la Fiscalía espera que se reconsidere la acusación y que se dicte auto de apertura a juicio por el delito de asesinato.

Por Visor GT